En el verano del 2012, el día 27 de julio fue un día muy atravesado. Mis amigos, Dani, Aritza, y yo decidimos ir a pasar el día en las pistas de Bermeo con el "skate" y nos íbamos a quedar a comer allí. Quedamos sobre las 8 de la mañana y teníamos pensado en llegar a las 9 y media de la noche, entonces tendríamos que salir de Bermeo sobre las nueve o así.
Entramos en el tren pero por equivocación nos metimos en uno equivocado que nos dejaba muy lejos de Bermeo, encima tuvimos muy mala suerte y no teníamos mas dinero ni para comprar un "creditrans", nos sabíamos que hacer, bueno, tampoco sabíamos donde estábamos, pero intentamos llegar a Bermeo preguntando a la gente.
Tardamos una hora y cuarto en llegar a las pistas y cuando llegamos dejamos nuestras mochilas con la comida en una escondida esquina. llegó la hora de comer y fuimos a por las mochilas pero ya nos estaban, a lo lejos vimos a un niño corriendo con nuestras mochilas, le empezamos a seguir y por suerte empezó a bajar una cuesta y como nosotros íbamos en "skate" íbamos mas rápido.
El niño se metió en un portal, entramos al portal y empezamos a llamar a todos los timbres, de repente llamamos al 3ºa, abrió la puerta y nos metió dentro, el niño era deforme y intentamos irnos pero él, no nos dejaba irnos, el niño lo único que quería era unos amigos porque con esa cara que tenía, no creo que iba a tener muchos. Nosotros fuimos con el a las pistas y le enseñamos un poco a patinar.
Al final nos hicimos amigos de el niño, que por cierto, se llamaba Edu. Al día siguiente quedamos con Edu para ir y le dimos una sorpresa, le compramos un "skate" y se alegró mucho.
Y esta es mi historia de una aventura, nose si será una grán aventura pero esta es.
